La noche anterior, haz una mezcla homogénea con la avena y la bebida vegetal.
Reserva en un bote cerrado en la nevera.
Por la mañana, en una sartén antiadherente, carameliza la pera cortada en rodajas en aceite de oliva, volteando las rodajas cuando comiencen a dorarse.
Coloca la pera caramelizada sobre la avena y sirve.