¿Qué son los fitoquímicos y qué pueden hacer por ti?
Están presentes en frutas y verduras y los beneficios son enormes.
Las frutas y verduras son esenciales para el bienestar general de tu cuerpo. Están llenos de nutrientes, vitaminas, minerales, fibra y más. Son los que proporcionan a tu cuerpo los componentes básicos para mantenerte sano y fuerte. Uno de los muchos beneficios de consumir verduras es una presión arterial más baja, problemas de visión y digestión reducidos, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y algunos cánceres reducidos.
Uno de los compuestos que se encuentran en plantas y frutas, los fitoquímicos, son una de las explicaciones de los enormes beneficios de consumir plantas y frutas. Son sustancias protectoras presentes en alimentos de origen vegetal que actúan como pigmentos, siendo responsables de su color. Por un lado, sus propiedades antioxidantes protegen a las células de cambios que pueden derivar en diversos tipos de cáncer y, por otro lado, previenen enfermedades cardiovasculares, procesos articulares e infecciosos, fortaleciendo el sistema inmunológico.
Fitoquímicos
Carotenoides: compuestos orgánicos presentes en algunas verduras y frutas, como zanahorias, melón o tomates, que les dan color (de amarillo a rojo). Si bien es fundamental para su correcto funcionamiento, el cuerpo humano no es capaz de sintetizarlos, debiendo obtenerlos a través de los alimentos.
Polifenoles: son una clase de fitoquímicos que actúan en los vegetales como pigmentos azul, azul rojizo y violeta. Tienen una fuerte acción antiinflamatoria y antioxidante. Dentro de este grupo, hay un subgrupo importante, los flavonoides, y sustancias como los taninos, por ejemplo, que dan el sabor astringente al té. Los flavonoides tienen una acción antioxidante, protegiendo a las células del daño de los radicales libres. Las isoflavonas son un ejemplo de flavonoides. Se pueden encontrar en el tofu, los garbanzos y la soja, y las isoflavonas de soja ayudan a reducir los síntomas de la menopausia.
Fitoesteroles y fitostanoles: son esteroles y estanoles vegetales presentes en pequeñas cantidades en muchos alimentos vegetales, como frutas, verduras, nueces, semillas, legumbres y aceites vegetales. Su principal beneficio es su capacidad para inhibir parcialmente la absorción intestinal de colesterol.
Glucosinolatos: ayudan al hígado en su función desintoxicante y regulan la cantidad de linfocitos, que son los encargados del buen funcionamiento del sistema inmunológico. Se encuentran en todas las verduras, especialmente en el brócoli, las coles de Bruselas y las coles.
Clorofila: es el pigmento verde de las plantas que transforma la luz solar en alimento vegetal. En el cuerpo humano, estimula la formación de glóbulos rojos y ayuda a cicatrizar heridas debido a su efecto coagulante y antibacteriano. También neutraliza las toxinas en el cuerpo, ayudando a depurar el organismo. Se encuentra en todo tipo de vegetales verdes y algas, como la Chlorella.
Terpenos: a esta clase pertenecen los limonoides que protegen el tejido del sistema respiratorio, en general, pero sobre todo, el de los pulmones. Se encuentran en cerezas y cáscaras de cítricos como naranjas y limones.