Flexitariano
Ser o no ser flexitariano, esta es la cuestión.
Pasamos gran parte de nuestra vida buscando conceptos y, ante todo, buscando identificación.
Tenemos los Macrobióticos, los Vegetarianos, los Veganos, los Paleo, los “Raw”, entre otros. Dentro de estos grupos se crea un “sangha”, una comunidad. Creamos forums, páginas, círculos, workshops, etc. A veces creamos verdades absolutas y criticamos las otras “dietas”, vamos, un poco como los clubs te fútbol. Pero al final ¿cuál es la DIETA SUPREMA? ¿Quién tiene la razón?
Me gustaría poder contestar a esta pregunta pero, en realidad, todas ellas nos dan algo y nos quitan algo. Cada una de ellas sirve un propósito y, una vez más, la prueba y error son soberanas.
Ya he pasado por varias fases y dietas. Me dedico a la alimentación y la vivo con intensidad y amor. Reconozco las ventajas y desventajas de todas ellas. Estoy más cerca de algunas pero, en estos momentos, creo en la Flexibilidad Personal. Es la más difícil. He creado mi propio menú.
Mi menú consiste en:
80% Alimentos locales
10% de Superalimentos
10% otros alimentos del Mundo
Pero tengo algunas normas de oro:
No ingerir ningún tipo de comida procesada. Es decir, nada de pastas, conservas con productos artificiales, fast food, siropes, dulces o bizcochos que no sepa cómo han sido hechos
Nunca, jamás, bajo ningún concepto, ingerir sal refinada o azúcar blanco o amarillo. Si uso azúcar es siempre azúcar de coco o xilitol. La sal es sal marina o flor de sal
Evitar al máximo los hidratos de carbono sencillos, es decir, arroz, pasta, pan blanco, azúcar, harina blanca o bizcochos con estos ingredientes
Tomar con moderación todo tipo de cereales, eligiendo siempre la quinoa que es más alcalina al igual que el millet.
No ingerir más de 10% de fruta (por el exceso de azúcar)
No beber refrescos o bebidas con gas (uno de los peores desastres de la humanidad)
Ingerir proteína de calidad (pescado, pollo biológico, proteína de arroz, cáñamo o guisante). A título personal, no ingiero carne más de una vez a la semana. Para mí es suficiente y siempre la tomo de origen biológica
Ingerir mucha grasa de calidad (aceite de coco, aceite, cremas naturales a base de coco, grasa de gallina o pollo)
Ingerir mucho jengibre (de preferencia siempre durante las comidas… ¡en todas las comidas!)
Ingerir semillas con moderación. Tomo algunas semillas como calabaza, chia, linaza, pero hay que tener cuidado con ellas. Tomar demasiadas semillas puede hacer daño a nuestro intestino
Ingerir frutos secos con mucha moderación
Tomar muchas algas y TODO lo que sea verde… Kale, berros, espinacas, col y un largo etcétera.
Beber agua de forma intervalada a lo largo del día (eso no significa beber mucha cantidad, sino que ir bebiendo siempre a lo largo del día)
Beber Smoothies o zumos con moderación. Deben tener mucha agua, poca fruta y muchas hojas verdes. En ese caso, podéis beber la cantidad que queráis
Seguir una dieta sin gluten o, por lo menos, sin trigo. El trigo está altamente modificado y, consecuentemente, tiene niveles de gluten mucho más altos que el trigo ancestral. El gluten es altamente inflamatorio cuando ingerido en grandes cantidades.
Ante todo, hay que saber variar. Y lo más importante: comer lo suficiente, no más que eso.
No comer en exceso es el mayor secreto de la longevidad y la salud. Nosotros, y cuando digo nosotros hablo de todos, comemos demasiado. Los snacks son, en general, un desastre. Es mejor beber agua o, por ejemplo, si compras en Mix de Amor o el Incan Trail, el paquete debe durarte 3 o 4 días. No hace falta tomar más que eso. Beber agua a lo largo del día te ayudará a quitar la sensación de hambre.
Aprende a apreciar la clorofila. ¡VERDE, verde y verde! Si tomáramos más verde los hospitales estarían vacíos. Las farmacéuticas acabarían y nuestro sueño se haría realidad. Un mundo realmente saludable.
Un abrazo
Gonzalo