Esterilización De Los Alimentos

Afortunadamente a día de hoy podemos alimentar nuestras familias sin el terror de los tiempos de insalubridad que se vivía antiguamente. Nuestros alimentos son rigurosamente reglamentados en lo que respecta a la microbiología e higiene alimentaria.

Sin embargo, como suele ser habitual, extrapolamos y “radicalizamos”, haciendo de la higiene alimentaria lo que yo considero una peligrosa obsesión.

Los productos ultra pasteurizados, ultra procesados y totalmente envueltos en plástico cumplen literalmente las exigencias sanitarias pero todo tiene sus consecuencias y, en este caso, sacrificamos profundamente los nutriente que son realmente nuestra “perla” alimentaria.

La ultra pasteurización es mala y destruye todas las encimas, prácticamente todas las vitaminas y una parte significativa de los minerales. Nuestros organismos, además de privados de los preciosos nutrientes, se ven “esterilizados”, y así el sistema inmunitario se queda dormido y con poca “práctica”. Esta vulnerabilidad inmunológica es una oportunidad para las bacterias y virus. Y no nos queda otra que defender el cuerpo con vacunas… Ahí empieza la dependencia total a agentes externos y artificiales que nos hace olvidar que nosotros mismos somos los guerreros. Nos trasformamos así en vulnerables y dependientes de industrias que nos protegen.

Nuestra alimentación puede mejorar mucho si miramos con atención la calidad de los alimentos que compramos. Una de las paradojas es que ¡así ahorramos mucho dinero! Compramos mucho menos pero lo que compramos es mucho mejor.

Por ejemplo, un paquete de Spirulina cuesta 10€ (125g) y tiene 85g de proteínas, cantidades enormes de hierro, betacarotenos, vitaminas, minerales y fibras. Para conseguir una equivalencia a este producto necesitaríamos, muy probablemente, gastar unos 25€ comprando alimentos que sumando todas sus calidades llegasen a un espectro nutricional idéntico. Ah, y eso sin hablar de que comiendo estos alimentos poco saludables estamos ingiriendo 5x más calorías. Además, aumentamos la carga tóxica del organismo debido a las toxinas presentes en estos alimentos. La toxicidad es agravada cuando se come demasiado ya que el organismo pierde la capacidad digestiva, lo que hace de los nutrientes no digeridos, una carga tóxica y no algo bueno para nuestra salud.

Recuerda que ¡no debes entregar tu bien más precioso a terceros! Cuida tu salud de forma consciente y hazte responsable por ella.

Salud a todos,

Gonçalo Sardinha