El diente de león a menudo se ve como una hierba mala, pero es una planta comestible que ofrece múltiples beneficios para la digestión, el sistema inmunológico, entre otros. Descubre cuáles.
El diente de león, también conocido por el nombre científico de Taraxacum officinale, es una planta nativa en Europa, Asia y América del Norte. Es una planta perenne, muy común. El diente de león ya era conocido por médicos árabes medievales, que lo consideraban una de las plantas importantes en relación con la estimulación del hígado. También se menciona en casi todos los tratados médicos de la Edad Media debido a sus propiedades diuréticas.
Crece de forma silvestre y es muy probable que lo encuentres en una maceta al pasar por la calle o incluso en terrenos baldíos. El diente de león se considera una PANC, una Planta Alimentaria No Convencional. Es una planta comestible, a menudo considerada una maleza, rica en fibras dietéticas. Las flores de diente de león se pueden consumir en ensaladas y las raíces jóvenes peladas, fritas y cocinadas como si fueran espárragos. Pero, lo más simple, es la raíz de diente de león Iswari en polvo, que se utiliza en una simple infusión.
El diente de león tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antidiabéticas. Es un excelente sustituto del café, con su sabor a malta, ligeramente dulzón y sin la presencia de cafeína. El diente de león tiene innumerables beneficios. Algunos de ellos son los siguientes:
Te explicamos ahora más detalladamente todos estos beneficios.
El diente de león es una planta rica en fibra, así como en antioxidantes, vitamina K, vitamina A y vitamina C. Estudios sugieren aún que el diente de león puede ayudar a reducir la aparición de diferentes tipos de cáncer, disminuir los niveles de colesterol y apoyar la función hepática. El diente de león apoya aún al sistema inmunológico al ser rica en vitaminas y minerales.
Soporta un intestino saludable, al ayudar al crecimiento y mantenimiento de bacterias intestinales saludables, siendo rica en inulina, un tipo de fibra soluble encontrada en las plantas.
El ácido chicórico y clorogénico, dos compuestos encontrados en la planta diente de león, pueden también ayudar a bajar los niveles de azúcar en sangre. Ambos ácidos pueden aún limitar la digestión de alimentos ricos en almidón e hidratos de carbono, lo que puede contribuir aún más a la capacidad del diente de león de reducir los niveles de azúcar en sangre.
Estudios muestran aún que la raíz del diente de león es especialmente rica en antioxidantes, como betacaroteno, polifenoles, cumarinas y derivados de los ácidos hidroxicinámicos – que puede ser responsable por muchos de sus beneficios para la salud, una vez que le permite combatir los radicales libres.
Rico en fibra, el diente de león apoya el sistema digestivo. Las raíces del diente de león son una gran fuente de fibra y especialmente ricas en un tipo de fibra soluble, la inulina. La fibra está asociada a diversos beneficios para la salud del organismo, principalmente para la digestión y regulación de los niveles de azúcar en sangre.
Las muertes por enfermedades cardiovasculares subieron globalmente de 12.1 millones en 1990 a 20.5 millones en 2021, de acuerdo con un informe de la Federación Mundial del Corazón. En realidad, en 2021, las enfermedades cardiovasculares eran la principal causa de muerte de las mujeres en el mundo, representando el 35% de los decesos anuales, según la revista médica The Lancet.
Las grandes causas conocidas son el colesterol alto, la obesidad, fumar, la diabetes y la falta de actividad física. Algunos compuestos del diente de león, como los flavonoides y los derivados de los ácidos hidroxicinámicos, pueden disminuir los niveles de triglicéridos y colesterol, que son los principales factores de riesgo para enfermedades cardíacas.
El diente de león es conocido por tener efectos diuréticos, pudiendo ayudar a la salud del hígado. Cabe destacar que el hígado es el segundo mayor órgano del cuerpo humano, esencial para la eliminación de sustancias tóxicas y la producción de la bilis, un producto esencial para la digestión de grasas.
De acuerdo con la Encyclopedia of Herbal Medicine, el diente de león estimula suavemente la capacidad del hígado y de la vesícula biliar para limpiar los residuos del organismo. La raíz es a menudo usada para tratar estreñimiento, problemas de piel, eczema y enfermedades artríticas. El diente de león es aún un buen prebiótico, soportando la salud de la flora intestinal.
El diente de león es extraordinariamente rico en agua, flavonoides, minerales y vitaminas, destacándose en su composición un alto contenido en hierro, magnesio, calcio y fibra. También es rico en insulina (hasta el 45% de su composición total).
Además de poseer taraxacina, responsable por el sabor amargo, el diente de león contiene taninos, ácidos fenólicos, resina, inulina, cumarinas, inositol, carotenoides, azúcar, glicósidos, calcio, hierro, magnesio, bastante potasio, sílice y aún las vitaminas A, B y C. En la raíz se encuentran también fibras solubles.
Añadir 2 cucharadas de té de raíz de diente de león Iswari a 200 ml de agua hirviendo. Para hacer el té de diente de león, solo tienes que añadir el agua hirviendo con las dos cucharadas de raíz y dejar reposar por unos 10 minutos.
Encontramos en el diente de león innumerables beneficios para el organismo, principalmente para quienes sufren de estreñimiento, retención de líquidos, artritis o para quien quiere asegurar la salud de la microbiota intestinal. Conocida desde la antigüedad, la raíz de diente de león Iswari es perfecta para una infusión y puede reemplazar al café con su sabor a malta. Para los meses más cálidos también puedes beberlo fresco. Por tanto, es importante que introduzcas este superalimento en tu rutina para aprovechar todos sus beneficios.
